¿Que és?: La varicela es una enfermedad común entre los niños, particularmente
entre los menores de 12 años. Se manifiesta con la aparición en todo el
cuerpo de una erupción que produce picazón se asemeja a ampollas, y
puede estar acompañada por síntomas seudogripales. Por lo general, los
síntomas desaparecen por sí solos. Sin embargo, debido a que la
infección es muy contagiosa, se recomienda que un niño con la enfermedad
permanezca en su casa y descanse hasta que los síntomas desaparezcan.
Causas: La varicela causa una erupción cutánea de color rojo que produce comezón
en la piel. Dicha erupción aparece primero en el abdomen, el rostro o
la espalda y, luego, se propaga a casi todas las partes del cuerpo,
incluidos el cuero cabelludo, la boca, la nariz, las orejas y los
genitales.
Sintomas: Generalmente los enfermos no presentan síntomas evidentes antes de que
se produzca el brote de la enfermedad, que viene acompañado por fiebre,
cansancio, dolor de cabeza y falta de apetito.
Los síntomas comienzan entre los 10 y los 21 días
después de la infección.
El máscaracterístico es la aparición de manchas rojizas y planas, que
van tomando relieve poco a poco hasta convertirse en ampollas o
vesículas. Estas provocan un gran picor, se rompen con facilidad y
forman unas costras que se desprenden y desaparecen en, aproximadamente,
dos semanas. El proceso se extiende hasta el sexto día de la
enfermedad.
Tratamiento: La varicela requiere una terapia antiviral y sintomática. La terapia
sintomática se realiza con analgésicos, antihistamínicos y cremas o
lociones que calman el picor. Su efecto es paliativo y transitorio.
También son recomendables las compresas húmedas o los baños tibios para
limpiar las heridas que se producen al rascar las ampollas y evitar
posibles infecciones. En caso de infección bacteriana se administran
antibióticos y si surgen complicaciones serias se emplean medicamentos
antivirales, como aciclovir o interferón alfa.
Prevención: La varicela requiere una terapia antiviral y sintomática. La terapia
sintomática se realiza con analgésicos, antihistamínicos y cremas o
lociones que calman el picor. Su efecto es paliativo y transitorio.
También son recomendables las compresas húmedas o los baños tibios para
limpiar las heridas que se producen al rascar las ampollas y evitar
posibles infecciones. En caso de infección bacteriana se administran
antibióticos y si surgen complicaciones serias se emplean medicamentos
antivirales, como aciclovir o interferón alfa.