Érase una vez en un colegio de España,
llegó un niño del Sahara llamado Joel. Joel era un niño de color
pero tenía el mismo derecho que los demás niños. Un día, cuando
empieza un nuevo curso en el colegio, todos los niños lo ven y
empiezan a criticarle. Joel estaba muy triste, pues siempre estaban
metiéndose siempre con él. Un día, un niño se acercó a él y le
pregunta:
-¿Qué te pasa, estas triste?- le
preguntó su amigo
- Si, nadie quiere jugar conmigo porque
soy de otro color- contestó Joel
- Ven conmigo y con todos que vamos a
jugar- insistio el amigo
- Vale, venga vamos- aseguró Joel
Desde ese momento, todos jugaban con él
y Joel era muy feliz y sus amigos también. Aunque otro niño sea de
color de piel, tiene los mismos derechos que uno normal y no hay que
insultarle, pues nos puede aportar cosas que nosotros no sepamos.
Aprendieron que, tenia el mismo derecho que otro niño y desde
entonces fueron más conscientes de que no tenían que ser tan racistas.
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