Érase una vez, un mosquito llamado
Efraín, vivía en la Planta de Limón. Efraín, era el mosquito mas
sufrido de la Planta de Limón, pues no había día de que se burlasen
de porque era torpe y hasta sus propios padres y hermanos hablaban
mal de él.
Un día, Efraín, ya alto de las
ofensas que le hacían los vecinos de la Planta de Limón y hasta su
propia familia, decidió de irse de allí, un arruinoso lugar para él. De madrugada prendió el viaje y se marchó. Tras volar 2 horas,
llega a un puerto donde cogió un barco con delicioso a olor a
pescado podrido. Se echó a llorar recordando a su padres, pero
Efraín fue muy fuerte y paro de llorar.
El viaje en el barco tuvo muchos
peligros, pues hubo una tormenta muy fuerte pero al final sobrevivió.
El barco llega a un puerto inglés de Liverpool y conoció sitios muy
asombradores. Los vecinos de Planta de Limón empezaron ha acordarse
de él y sobretodo su familia pero lo recordaban porque era muy torpe. Una noche en especial, los vecinos de
la Planta de Limón se trasladaron al bar Don Chicho, donde había un
partido de Argentina y Inglaterra.
En el segundo tiempo del partido, el
árbitro pitó un penalti a favor de los ingleses, las personas de
ese bar estaban muy enfadadas y hasta los bichos también estaban
enfadados. Cuando el árbitro estaba a punto de pitar ese penalti ,
una mosca gritó: Ese es Efraín, es Efraín esta ahí, asombroso.
Cuando el jugador inglés iba a tirar ese penalti, Efraín le picó
en toda la mejilla y entonces el jugador hizo una pequeña
mueca y tiró y falló el penalti.
Los del bar estaban muy contentos y
siguieron viendo el partido, pero los insectos no, una cucaracha
gritó: ¡Esperad, esperad!. Solo dijo eso porque se refería a que
el jugador había aplastado a Efraín y se fueron los insectos del bar sin ver
terminar el partido y muy desconsolados. Esa noche no paraban de
llorar y decian de que Efraín fue un héroe. En el barrio de la
Planta de Limón pusieron la leyenda: “Efraín vive “, lo
contrario a eso.
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